manifestaciones musicales mercantilistas

La tendencia de apoyar las manifestaciones musicales mercantilistas en este país les ha restado importancia al apoyo y a la formación de verdaderos intérpretes y creadores, que no requieren de complejas infraestructuras para ofrecer buenos conciertos. Es hora de revisar un esquema del que se benefician pocos intermediarios que encarecen el quehacer musical y no inciden en la producción artística. Esta tendencia relega a segundo plano al verdadero creador en los presupuestos de las entidades estatales. Estaremos pendientes del resultado de esta nueva edición del 20 de julio musical sin tanto derroche y con un enfoque temático en la música étnica.

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concierto 20 de julio

Para producir estos eventos al aire libre se requería alquilar costosos equipos de amplificación, tarimas, carpas y demás parafernalia utilizada en estos montajes. Mientras muchos de estos proveedores cobraban (y aún lo hacen) abultadas sumas, que se llevaban la mayor tajada del presupuesto asignado, se les pedía a las agrupaciones que tocaran gratis para obtener a cambio una supuesta exposición por participar en el concierto. Esa prometedora oferta resultaba cierta para pocos, ya que las cámaras solo se fijaban en Shakira, Juanes y otros privilegiados a los que les sobra bulla promocional y que poco aportan a la creación de música significativa y duradera en el país. A estos últimos tocaba llevarlos en costosos vuelos  charter  junto con toneladas de equipos.

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Se acabó la guachafita del Gran Concierto Nacional

El próximo 20 de julio, en Bogotá, el Ministerio de Cultura celebrará un muy merecido tributo a la cultura afro, con un concierto gratuito que reúne varias tendencias de la música de raíz africana en el país. La celebración será transmitida por televisión pública y radio comunitaria, en reemplazo del Gran Concierto Nacional, que más parecía un festín para apoyar el uribismo que una puesta en escena para valorar la creación musical en nuestra tierra. La ambiciosa producción de años anteriores, en cada municipio de nuestra geografía, requería de un esfuerzo logístico enorme y una inversión descomunal para cubrir rubros que beneficiaban a pocos.

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